Dándonos a conocer…

La forma en la que nos presentamos es esencial en la búsqueda de empleo y es muy importante captar desde un primer momento la atención del reclutador. ¿En qué nos diferenciamos del resto? ¿Qué nos hace especiales? ¿Qué podemos aportar? Hoy en día el mundo laboral es muy competitivo y, en cierta manera, precario; muchos/as candidatos/as cuentan con estudios universitarios, dominan diferentes idiomas, etc. por lo que a la hora de postular a un puesto de trabajo, tenemos que “vendernos” y centrarnos en esas aptitudes y características que nos definen como personas y en los soft skills que nos puede diferenciar del resto, tales como la capacidad de comunicación, de resolución de problemas, la creatividad, la innovación o la aptitud para trabajar en equipo o bajo presión.

Nuestras herramientas van a ser el currículum y la carta de motivación. Considero que esta última no es indispensable si el currículum está bien elaborado, si nos define claramente y ofrece información sobre nuestras capacidades. Yo soy partidario de presentar un currículum con fotografía, creo que es un símbolo de transparencia, en el que se incluya un apartado que refleje cómo nos definimos. Asimismo, debe constar la información académica y profesional más relevante y orientada al puesto al que postulamos y enlaces a nuestras redes sociales. No podemos obviar que vivimos en un mundo digital en el que, en mayor o en menor grado, nuestros perfiles están a la vista. Las redes sociales como LinkedIn, Instagram, Facebook, etc. pueden funcionar como una pasarela al mundo laboral, ya que pueden ser todo un escaparate para mostrar nuestras creaciones, hablar sobre proyectos en los que hemos participado y, por qué no, mostrar nuestros intereses. Al final, a través de estas plataformas creamos muchas veces sin darnos cuenta nuestra propia marca personal, y eso es lo que nos va a hacer únicos y especiales.

Puede plantearse la duda o el miedo a ser rechazado/a por lo que una empresa pueda ver de nosotros/as en redes sociales, pero, si lo pensamos fríamente, ¿acaso nos gustaría trabajar en una empresa que no nos acepte como somos? ¿Qué sentido tiene hace un papel para conseguir un puesto de trabajo en una empresa que no comulga con nuestros ideales? Creo que el ambiente laboral es algo esencial para encontrarse a gusto en un trabajo y, sinceramente, yo no estaría contento en una empresa en la que no se me respete o se me discrimine. Con esto quiero decir, que si una empresa rechaza mi candidatura por lo que pueda ver en mis publicaciones en redes sociales, es señal de que no tiene mis mismos intereses, por lo que no ha sido una pérdida de tiempo. ¿Qué opináis?